La humanidad avanza cuando se cuestiona ciertas prácticas

Si utilizamos el control remoto de nuestro televisor para hacer zapping por los canales de noticias, podemos ser testigos de diversas situaciones que muestran al hombre en su estado más primitivo. La violencia de medio oriente, casos extremos de maltrato familiar, hinchadas de equipos de fútbol que destrozan estadios y demás casos similares nos llaman la atención a través de la pantalla de la caja boba. Sin embargo, nos cuesta mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que en el Valle de Uco no estamos ajenos a hechos de envergadura parecida.

“Está bien que los niños trabajen, así se van acostumbrando y no se convierten en vagos” es una de las frases que más me aterra escuchar de muchas personas en nuestra región. Y parece para ellos algo natural que las personas deban trabajar desde niños para no ser unos vagos cuando sean adultos. Que los niños trabajen es para muchas familias de nuestro valle algo natural, algo que no tiene por qué ser cuestionado. Y de ello se valen las grandes empresas para disminuir sus costos de producción. Explotación infantil es el nombre que tiene esa acción que parece tan común y normal.

Además, la pauperización del trabajo, las vejaciones y maltratos que reciben los adultos que realizan labores agrarias en algunas fincas de la región son realmente deshumanizantes. Cientos de personas durmiendo (si es que pueden dormir) amontonados bajo el precario techo de una carpa, comiendo alimentos muy poco nutritivos y trabajando sin descansos reparadores, no hace más que volver a dar existencia a épocas de esclavitud. Para quienes trabajan en esas condiciones es tal vez la única opción que ven para satisfacer sus necesidades básicas, por lo tanto, pueden llegar a creer que es algo natural lo que les sucede. Por otro lado, quienes tienen a esas personas trabajando bajo condiciones miserables, no tienen en cuenta la humanidad de sus trabajadores y no les interesa en lo más mínimo, por lo tanto también ven como natural ese modo de trabajo, además de resultarles beneficioso para su bolsillo.

Cada vez que vemos algo como natural dejamos que suceda y no lo cuestionamos, por lo tanto nos estancamos en esa situación. La humanidad avanza cuando se cuestiona ciertas prácticas y comienza a buscar nuevos caminos que nos lleven a obtener una mejor calidad de vida. La educación es uno de esos caminos que permiten desarrollarnos como seres culturales en permanente evolución. Es por eso que organismos del Estado como la Subsecretaría de Trabajo persigue a los empresarios que tienen niños trabajando en nuestra región y en toda la provincia. El Estado, junto a algunos sindicatos, promueve la escolarización de los niños y el trabajo digno de los adultos, lo que constituye un importante avance en cuanto a la construcción de una cultura que nos haga más humanos poniendo la mira en un futuro mejor.

Publicada en: http://www.elcucodigital.com.ar/site/?p=1214#more-1214


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